Llama de sabiduría

Fulgor de sabiduría

Eres luz,

brindas, generosa,

visión clara

Llama ardiente de deseo:

de quemar absurdos,

de agitar cuerpos inseguros,

de guiar caminantes perdidos,

de encender faroles de búsqueda,

de calmada, intensionada pasión,

de ser su propia luz

y de no ser

simple reflector de ajeno brillo

Llama multicolor

Especie misteriosa

hasta ahora

considerada inexistente,

creída imposible

Tu paso no deja mala, indeseable hierba

sin incendiar,

ni mecha atenta

sin encender, dejando atónito

al ojo anhelante de igneo saber

casi ciego,

con imagen remanente,

por la sorpresa de ver

tal especie de llama,

sensual en su danza,

con ternura cálida,

hermosa, brillante,

extendiendo su ardoroso poder,

que no es potencial

(o no es solo potencial)

sino multicolor llama actual

Hablo de este fuego

porque lo veo,

por ser justo que todos te sepan,
(y que tú te veas)

porque mis lámparas enciendes,

haces mis ojos brillar,

me palpita el sentir de solo pensar

en los efectos de tu paso

por mi -antes inexplorada- tierra que,

antes de tenerte en ella,

de mala hierba estaba repleta

Hablo de estos fuegos,

el eres tú

y el que encendiste en mí

quizá sin saberlo en un inicio

(aunque tu inescapable luz

no me permitió esconderlo)

Fuego increíble de amor

que hasta su ceniza es ceniza de amor,

de amor deliberado y bien pensado,

y por sobre todo, bien vivido

no se guarda combustible

lo quema todo en su afán

de resplandecer,

pues sabe que

una vida que no quema deliberadamente,

vívidamente,

sin compromiso por seguir siendo fuego,

no merece ser vivida

Y no quisiera vivir

sin esa llama multicolor

cerca de la mía

sin tu amada llama de sabiduría